En mi adolescencia encontré la pasión por la cocina. Descubriendo lo que hoy en día es mi vocación, empresa y núcleo de ejecución familiar conociendo gracias a este a la que se convertiría en mi compañera de vida Estela Ríos y madre de mis dos hijos, Valentina y Sebastián.
Durante mi formación culinaria, he tenido la oportunidad de cruzar caminos con mentores que fueron pilares fundamentales para mi concepto culinario, generando así una perspectiva global sobre la cocina y sus posibilidades infinitas dentro de ella.
Hoy en día, mi cocina es una expresión de cada paso de mi historia, siendo un tributo a los procesos, al amor por la gastronomía y al aprendizaje continuo que he tenido la fortuna de trabajar de la mano de los pilares de mi vida, mi familia. Donde cada sabor, cada ahora, cada preparación y cada creación transmiten sueños y pasión por el arte culinario.